Te trepanaré con mi órgano Hammond.
Y tacita a tacita, acabamos por no llegar a ninguna parte, porque no es el destino sino el propio camino lo que vale la pena. Porque en cuanto a pena, siempre hemos dado la suficiente.
Abrimos con crossover entre música y coches. Porque la música es una común enfermedad colateral de muchos petrolhead. Y el órgano Hammond, una vez lo busques en Google y te culturices, sabes de sobra que es parte inseparable de la Historia de la Música con Mayúsculas.
Así que nueva entrega, y ya van veinte, de nuestras habituales chorradas, demostrando cómo no comprar una Seat Inca (con referencias a Les Luthiers para el incauto espectador cultivado), justificando cómo hacerse con semejante órgano en tres intentos, y recreándonos en cómo luchar contra una aerolínea y vencer al sistema, revisitando el «viaje con nosotros» de Gurrutxaga y el «a jugar» de Joaquín Prat con El Precio Chungo.
